Lo que escribimos es lo único que quedará de nosotros.

martes, 28 de mayo de 2013

"Matrimonio" como eufemismo de "contrato de permanencia"

No creo en el matrimonio. Lo veo como un eufemismo de "contrato de permanencia". Como si fuera necesario atrapar los sentimientos que hay entre dos personas, en la tinta de una absurda firma sobre un documento que las instituciones reconozcan como "oficial".
Para mi no hay mayor prueba de compromiso mutuo, que cicatrizar las heridas de la persona que amas con el antiséptico más natural que existe; el cariño.
Eso, ante el sistema es poco menos que nada. Pero entre dos personas es el comienzo de TODO.

Puede, y sólo, puede, que alguien en el transcurso de la historia haya pensado; "oh, si me caso con él/ella tendrá motivos para quedarse a mi lado siempre. No lo perderé. No sé irá.." Craso error. Si quiere irse, una firma sobre un folio no va a impedírselo.
Y digo yo, ¿no será más lógico, darle motivos a esa persona día a día para que se quede contigo? ¿No es más fácil daros tiempo, y enredaros en vuestros propios sentimientos hasta el punto de no retorno? Sí, ese punto en el que sincronizáis tanto, que sentís como uno sólo.

Esto es sólo una opinión. Y ahora, si alguien tiene algo que decir, que hable ahora o calle para siempre...

2 comentarios:

  1. En este mundo, nada es permanente, incluso el estado de permanencia. Uno se casa y luego descubre que no hay más sencillo que deshacer un nudo con un machete. Es más complicado darse cuenta de que hay que desenvainar ese arma porque el nudo se ha quedado seco. Lo demás sólo son papeles. Y para algunas cosas el papel es importante. :D

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  2. Exacto. Yo pienso que lo importante es la intención de lo que hay detrás de lo que se hace. Si la intención es el miedo a perder, casi que ya has perdido, y firmar el papel es esconderse ante el temor del fracaso a través de la (supuesta) posesión absoluta. Si es la confianza, el matrimonio en el sentido legal es un trámite que te puede interesar por ciertas razones civiles. Sin embargo "casarse" de verdad, se casa y se descasa una/o cada vez que en verdad te casas y descasas, cuando hay verdad en ello. Y eso no lo dice en efecto un papel: ni tampoco lo desdice.
    Hoy, como en el pasado, la ley reconoce ciertos derechos a la pareja y cada una de sus partes sólo si reconocen su unión de forma judicial (firmando). Por otro lado, y por fortuna no como antes, si se desea deshacer tal unión es igual de factible como realizar el casamiento - que ocurra lo cual es tan normal como la vida misma. Como dice Fernando, el mundo, La vida -digo yo, es la permanente impermanencia. Y yo digo que, si en hay una permanencia en lo impermanente, es porque el centro de la cuestión (en este caso el amor entre dos personas) evoluciona y se nutre y alimenta positivamente a la misma vez que la vida avanza.

    Una entrada que me recuerda a una de mi blog ;-)
    http://abriendohuecos.blogspot.com.es/2012/08/casada.html

    Besos, Celia. Me haces sonreir. La duda, el cuestionamiento, es el primer paso para el conocimiento, decía Aristóteles. Felicidades en el camino... :-)

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