Ríos de tela azul, ropa de cama ahora impregnada de ansia contenida, ansia derramada y jugosa, ansia desaprovechada. Restos de ansia entre las uñas de unos dedos eternos y hambrientos de carne. Una colección completa de falanges revolviendose de éxtasis en un placer delirante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario