Lo que escribimos es lo único que quedará de nosotros.

jueves, 29 de noviembre de 2012

NADA COMO LA BELLEZA DE LO SIMPLE... ((2))

MIS TARDES



Vespertinas y tediosas sesiones matemáticas...








Introspectiva informática... El ordenador, la máquina que consigue canalizar todas y cada una de mis viscerales ideas.










MÚSICA, fiel compañera. Cubriendo de diversas cadencias la monotonía de mis tardes...













Momentos únicos... Increíbles viajes a través de las letras, sin moverme de mi cama...















Siestas literarias...















...Tal vez, simplemente dejar pasar el tiempo, filosofar con el mediocre material adictivo que ofrece la caja tonta, tan sólo con una muda compañía canina...

















Caen los últimos rayos del astro rey, el frío hace su teatral aparición entre gélidos alientos...


















....entonces, nada mejor que una buena compañía virtual, desconectar del mundo real...









Mañana tal vez, las horas transcurran entre vagones de metro y rostros desconocidos, mañana, tal vez...












El día toca a su fin, monotonía, simpleza, costumbre... Llámalo como quieras, pero al fin.. Llega la NOCHE, la tan esperada noche...

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miércoles, 21 de noviembre de 2012

NADA COMO LA BELLEZA DE LO SIMPLE...

MIS MAÑANAS...



La casa de uno es siempre el reflejo de sí mismo...















Sentíos bienvenidos, os invito a ver el mío. Adelante...















Amanece un día más en un pulmón de Madrid.











Sobre las paredes grises, despuntan ya los primeros rayos de un sol que se activa al toque de un interruptor.












Abandono a regañadientes la espumosa calma de un mar de sábanas.
















El frío me muerde la piel y arranca de mí los últimos restos de sueño...
















Nada como una calentita taza de energía  acompañada de crujiente dulzura tostada para empezar el día.

















Tal vez poner un poco de orden en mi pequeño caos...
















El guardián de mis sueños observa en silencio, llena mi soledad.

















El día transcurre entre letras, lápices y notas de música... Las horas pasan.. El día continua....



EL DÍA CONTINUA...


jueves, 15 de noviembre de 2012

ÁNIMO (contra la pobreza)

¿Cómo hemos podido llegar a estos extremos? Antes, bajo los puentes había jóvenes haciendo botellón. Hoy hay familias enteras sin más que el aire que les rodea para llevarse a la  boca.
Salir a la calle es el llanto asegurado. Ver la precariedad de tantos... Me destroza las entrañas.
Es verdaderamente desgarrador ver sus caras, suplicándote los céntimos que a ti te han sobrado de comprar el pan. Los céntimos que llamamos "calderilla" y que se quedarán olvidados en el fondo de nuestros bolsillos. Céntimos señores, ¡céntimos! No grandes fortunas, ¡¡céntimos!! ... Y la amabilidad con que lo reciben, la educación con la que te lo agradecen, el alivio en sus rostros al saber que hoy podrán manchar sus dientes con un pedazo de pan.. Bajo la cortina del alivio, la certeza de que el estómago se vaciará de nuevo, rugirá pidiendo ser llenado, volverá el dolor del hambre, la desesperación de ver a sus hijos morirse a cada día que pasa... Esto no es lo peor, no, qué va, ni mucho menos. Lo peor es ver cómo hay gente aún ajena a todo esto. A todos nos da mucha penita ver desfavorecidos en nuestra tele de plasma desde la comodidad de nuestro sofá, ¿verdad? Es muy fácil cambiar de canal y olvidar sus rostros, muy fácil. Para algunos todo es muy fácil. Para la mayoría no tanto. No es nada fácil salir a la calle y ver jóvenes de mi edad con el suelo como colchón, y el cielo a modo de techo. Es inhumano si vuelves la cara sin sentir lástima de ellos... Pues te diré una cosa, un día puedes ser tú el que acabe en la calle. Puedes ser tú el que no pueda dormir bajo la protección de un puente porque los gemidos de tus hijos hambrientos te lo impidan. Yo no le deseo el mal a nadie, pero me gustaría ver a algunos lejos de su querida franja de comodidad. Piensa un poco, sólo un poco en lo que esas personas pasan a diario. No vas a cambiar su desgracia con unos céntimos, pero al menos no los trates como a basura.

Ver el desastre que nos rodea, volver a casa, e intentar apreciar un poco más lo que tenemos... A la clase media-baja no nos sobra nada, gracias al esfuerzo tampoco nos falta, pero estamos más cerca de esas personas que lo han perdido todo, les sentimos más que aquellos que pueden permitirse el lujo de malgastar su dinero en bienes materiales innecesarios. Ricachones insensibles es lo que son... De verdad, creo que deberíamos ser algo más empáticos, ponernos en su lugar... Si no pasamos por ello dificilmente sabremos lo que es estar en su situación, pero al menos compadecerlos, aportar un mínimo de humanidad a su desolación.. No sé... Tal vez me pueden las emociones, pero es así, no soy de piedra, y esta gente me llega al alma...

Quisiera dedicar estas letras a todos aquellos que han perdido cuanto poseían, a todos aquellos que lo perderán, a los que no lo han perdido, pero que como yo sienten como suyo el dolor del prójimo... A todos ellos, ánimo.. Ánimo y calor desde un corazón dulce y dolido...

http://www.youtube.com/watch?v=FXDwQNgZySo



Y todo, ¿para qué?

Tener a tu espalda una retahíla de acontecimientos que pueden servirles a otros para no cometer las mismas estupideces que yo. Que todo el dolor experimentado ha sido en vano, que nadie escuchará mis palabras, nadie creerá que de verdad es posible recuperarse de los golpes, nadie me hará caso... Es frustrante... Y es duro darse cuenta de que los ánimos recibidos esos horribles meses, fueron solo eso, palabras de aliento, palabras vacías, y sin fundamento... Pues prometían un futuro sabio. Decían, "algún día evitarás esto en otra persona, mirarás hacia atrás, y te darás cuenta de que has sido útil..." ¿De qué sirve saber, si nadie tomará mis conocimientos?

No he sufrido esto para ver ahora en primera fila cómo haces oídos sordos a mis advertencias y consejos, no quiero ver cómo avanzas por el mismo camino que yo ya recorrí, no quiero ver cómo acaba, porque me sé el final del cuento... Sé cuál es el siguiente capítulo, y dudo mucho de que como yo, tú tengas esa pequeña ampliación en la novela que me ha sido concedida aún no sé bien por qué. 
Las segundas oportunidades existen, tal vez aún no has recibido la tuya, pero para recibir, primero hay que dar.. Si tú no le das una segunda oportunidad a la vida, ¿qué te hace pensar que ella te la otorgará a ti? 
Piénsalo.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Sabiduría

Palabras que te hacen pensar. Sabiduría, o simplemente la ventaja de unos años. Es cuanto necesita esta alocada mente soñadora para posar sus pies en la tierra, para pararse un segundo y pensar, ¿lo estaré haciendo bien? ¿Me estaré convirtiendo en eso que a menudo critico? ¿Iré camino de la hipocresía?

Hace falta pensar, pararse, mirar alrededor, comprobar los errores, asumirlos, y sobre todo, enmendarlos. Ya tendré tiempo de volver a perderme en mi rumbo sin control. Tengo tiempo de sobra para navegar segura por zonas de tranquila marea, hay tiempo aún antes de que ésta cambie, y con ella el escenario, tengo tiempo aún para aprender a nadar, no mucho, es cierto, pero sí el suficiente para como una esponja, asimilar continuamente nuevo temario, nuevas lecciones que memorizar y poner en práctica.


Supongo que me habría ahogado hace tiempo de no ser por esos maestros silenciosos que observan desde la orilla, oteando mis giros, mis bruscos cambios de dirección, mis etapas de quedarme varada en la arena, en fin, que velan por mi aprendizaje y que muy sutilmente van introduciendo en mi cabeza loca pequeñas cantidades de sabiduría. Gracias por la paciencia, por la constancia de algunos, por la sinceridad de otros al comunicarme que tirarían la toalla, infinito agradecimiento a aquellos que la tiraron varias veces ya, pero que siempre vuelven a por ella, y gracias también a esas nuevas incorporaciones al equipo que vela por que esta cabeza no sea desaprovechada.

#MADRID

No recuerdo en mi corta existencia, haber pisado jamás ciudad más ruidosa y estresante. Sus habitantes no caminan; trotan de un lado para otro, frenéticos, azuzados por el tic tac de sus relojes. Yo nunca he usado reloj, odio ver cómo una aguja dando vueltas marca el ritmo de mi vida, pero desde que pisé Madrid, yo también he de vivir esposada a una de esas maquinitas infernales...

Es otoño, una estación muy dura para alguien a quien no le gusta el frío. Es Madrid, una ciudad inmensa para alguien que no conoce nada más que su pequeño pueblo. Es la frustración por unos planes truncados. Es la magia de los cuarteados bancos del Retiro. Es la facultad de su sonrisa que hace las veces del Sol cuando están bajo un paraguas... Es un día gris, húmedo y algo frío, pero las chaquetas sobran, y las comisuras mantienen las sonrisas firmes, el ánimo no decae.

Guardo en el recuerdo los fotogramas que inmortalicé con mi mente aquella tarde, forman un bonito álbum al que acudir cuando el ánimo se reseca, cuando las sonrisas caen, cuando los lunares no están en lo más alto..